Italia en la posguerra
Después de la guerra, la resistencia fue desarmada y las fuerzas políticas se reagruparon. A través del Plan Marshall, EE UU ejerció una considerable influencia política con la que contuvo a los partidos de izquierda.
Se sucedieron tres gobiernos de coalición. El tercero, que llegó al poder en diciembre de 1945, estaba dominado por la recién formada Democracia Cristiana (DC), liderada por Alcide de Gasperi, primer ministro hasta 1953.
Italia se convirtió en República en 1946 y el partido de Democracia Cristiana De Gasperi ganó las primeras elecciones bajo la nueva Constitución en 1948.
Hasta la década de 1980, el Partido Comunista Italiano (PCI), al principio con Palmiro Togliatti y después con el carismático Enrico Berlinguer, resultó crucial para el desarrollo político y social del país, a pesar de mantenerse sistemáticamente fuera del Gobierno.
Italia en los años 70
Su gran popularidad dio paso a un período gris, los anni di piombo (años de plomo) de la década de 1970.
Con el auge económico se extendió por Europa una paranoia sobre el poder de los comunistas en Italia, que generó a su vez una reacción secreta aparentemente dirigida por la CIA y la OTAN.
Aún hoy se sabe poco sobre la Operación Gladio, organización paramilitar clandestina supuestamente responsable de varios actos terroristas inexplicables, aparentemente diseñados para crear un ambiente de temor en el que, si los comunistas se acercaban al poder, podría ser rápidamente ejecutado un golpe de Estado derechista.
La década de 1970 estuvo dominada por el espectro del terrorismo y un considerable malestar social, sobre todo en las universidades.
Los terroristas neofascistas golpearon con una bomba en Milán en 1969. En 1978, las Brigadas Rojas, grupo de jóvenes militantes de izquierda responsables de varios atentados con bomba y asesinatos, se cobraron su víctima más relevante, Aldo Moro, antiguo primer ministro de la Democracia Cristiana. Su secuestro y asesinato 54 días más tarde convulsionó al país.
A pesar de la inquietud, la década de 1970 fue también una época de cambios positivos.
En 1970 se formaron gobiernos regionales de poder limitado en 15 de las 20 regiones del país (las otras cinco, Sicilia, Cerdeña, el Valle de Aosta, Trentino-Alto Adigio y Friul-Venecia Julia, ya contaban con sólidos estatutos de autonomía).
El mismo año se legalizó el divorcio y ocho años después el aborto, a lo que siguió una legislación anti sexista que permitía a las mujeres mantener su apellido después de casadas.