En cuanto vuelve el buen tiempo, las ganas de hacer las maletas son inevitables
En Europa o más lejos, hemos seleccionado los mejores destinos para tus vacaciones de Semana Santa y primavera.
Desde Holanda a las playas de las Antillas, pasando por la Normandía impresionista y las rosas del Atlas marroquí, he aquí nuestros favoritos para viajar en Semana Santa.
¿Dónde ir en Semana Santa? Europa y cuenca mediterránea
Ver los tulipanes en el Keukenhof, vibrar con los andaluces en Semana Santa, explorar el sur de Túnez, entre nuestras ideas de destinos para Semana Santa.
Holanda, tierra de tulipanes
Si nos piden que nombremos un símbolo de los Países Bajos, pensamos inmediatamente en el tulipán.
Originario de Turquía, el tulipán florece desde el siglo XVII en el suelo arenoso y húmedo de Holanda (que, por cierto, es sólo una pequeña parte de los Países Bajos).
La primavera es, por supuesto, el momento de venir a ver los campos de tulipanes: miles de hectáreas, que parecen un magnífico patchwork (aún más impresionante desde el aire). Florecen desde mediados de abril hasta principios de mayo.
Se ven por todas partes, pero el templo del tulipán es, por supuesto, el Keukenhof. Este emblemático parque floral con 7 millones de flores alberga unos 800 tipos de tulipanes. Algunos son bicolores, como el «tulipán Rembrandt».
Aprovecha tu estancia para descubrir pequeñas joyas como Haarlem, Leyden, La Haya o Delft.
Sevilla y Andalucía: el fervor de la Semana Santa
En Semana Santa, toda España se llena de vida.
Sevilla, la capital andaluza, no es una excepción. Allí tienen lugar los festejos más importantes: las calles se peatonalizan para la ocasión y las procesiones son increíbles.
El momento culminante es la Madrugá, en la noche del jueves al viernes, cuando salen las imágenes más veneradas, como la Macarena. Por supuesto, las fiestas también están en pleno apogeo en Córdoba y Granada, dos ciudades con un patrimonio cultural excepcional que son de visita obligada.
Andalucía también tiene mucho que ofrecer en cuanto a naturaleza. La Alpujarra ofrece magníficos paisajes de montaña, salpicados de preciosos pueblos blancos (Pampaneira, Capileira).
Otra joya andaluza es el parque natural de Cabo de Gata y sus playas, que parecen un paraíso en la tierra.
El Mediterráneo, seductor en primavera
Italia, Grecia y Croacia son destinos magníficos, pero muy populares en verano. Para huir de las multitudes (¡pero también de las bajas temperaturas!), aprovecha la primavera.
Es el momento ideal para descubrir el sur de Italia, y en particular la región de Apulia, cuando los olivos y los trulli (esas famosas casas blancas con tejados cónicos) tienen los pies en las amapolas. ¡Una auténtica estampa!
En la vecina región de Basilicata, no hay que perderse Matera. Al sur de la bota, Calabria ofrece hermosos paisajes verdes y playas para morirse (¡Capo Vaticano!), justo para nosotros en esta época del año.
Ésta es también la estación adecuada para descubrir Croacia, antes de la afluencia turística veraniega. La increíble ciudad de Split (entre las murallas de un palacio romano del siglo III), el Parque Nacional de los Lagos de Plitvice (con sus aguas turquesas) y la isla de Hvar (¡con sus playas de ensueño!) figuran entre las visitas obligadas del país. En cuanto a la poco conocida ciudad de Rijeka, es la Capital Europea de la Cultura 2020.
Otros destinos: Sicilia, Malta, Grecia (cuidado, durante la Pascua ortodoxa, todo está cerrado).
Madeira y Canarias, entre flores y senderismo
¿Qué mejor época para descubrir la isla de las flores que la primavera? Madeira les tiene reservada una gran fiesta: la Festa da flor (Fiesta de la flor). Pero no hace falta esperarla para admirar la naturaleza de la isla. Puedes aprovechar para pasear por el Jardín Botánico y el Jardim Tropical Monte Palace, dos de los jardines imprescindibles de la capital. Y hay tantas otras cosas que hacer en Madeira, entre pequeños puertos pesqueros (Camara de Lobos, Seixal…), piscinas naturales (en Porto Moniz), senderismo (imprescindible: Ponta de São Lourenço) o holgazanear en Praia Dourada, magnífica playa de la isla de Porto Santo.
Tras las islas portuguesas, llega la hora de las españolas: las Canarias, frente a las costas de Marruecos. Sería un error pensar que sólo hay cemento: el pico del Teide, en la isla de Tenerife, está ahí para demostrarlo. Promete a los caminantes grandiosos paisajes volcánicos. El cambio de aires también está garantizado en las demás islas: Lanzarote y sus paisajes lunares, Fuerteventura y su desierto…
Bulgaria
En primavera, Bulgaria se cubre de rosas. Literalmente, porque el país es el primer productor mundial de aceite de rosas.
Una flor que simboliza la juventud, la salud y la belleza. Para admirarlas, diríjase al Valle de las Rosas y a su capital, Kazanlak, que alberga un museo de la rosa. Elige finales de abril…
Gracias a un invierno suave y una primavera temprana y lluviosa, la zona es ideal para cultivarlas. A finales de mayo y principios de junio, cuando están en plena floración, la pequeña ciudad les dedica un festival rico en folclore y tradiciones: elección de la reina de las rosas, ceremonia de recolección, canciones y bailes. Sin olvidar el gran desfile de carrozas, durante el cual los espectadores son (¡con mucho gusto!) rociados con agua de rosas. En los alrededores, no se puede dejar de admirar las numerosas tumbas de los tracios (antigua civilización), llamadas «túmulos».