Qué ver en la Toscana, una guía rápida de lo que no debes perderte
Es imposible preguntarse qué ver en la Toscana sin perderse entre las grandes ciudades de arte, los innumerables pueblos históricos, las colinas y las vistas de singular encanto sobre las que se suceden los característicos viñedos y campos de cultivo que dan lugar a algunos de los vinos y productos gastronómicos más conocidos de Italia.
La Toscana es quizás la región más bella de la península y su tarjeta de visita más famosa para los turistas de todo el mundo. Cada pueblecito esconde unas vistas únicas e inolvidables, así que aquí tienes algunas sugerencias para no perderte los lugares más bonitos:
¿Qué ver en la Toscana? Empecemos por Florencia
No hace falta decir que Florencia es el primer lugar que hay que visitar en la Toscana.
La ciudad símbolo de la cultura y la lengua italianas, cuna de poetas y artistas, cuna del Renacimiento, contiene algunos de los museos y monumentos más famosos de Italia.
No hay que perderse la Piazza della Signoria, la catedral con la cúpula de Brunelleschi y el campanario de Giotto, ni la Galería de los Uffizi, pero pasear por las calles del centro histórico y perderse entre los antiguos palacios e iglesias es una experiencia inolvidable.
Un viaje a las colinas del Chianti: Greve y Montefioralle
A las afueras de Florencia se encuentran las famosas colinas que, con sus uvas, dan lugar a uno de los vinos más reconocidos de la Toscana: el Chianti.
La ciudad de Greve es el mejor lugar para apreciar, gracias a sus numerosas tiendas de vino, el sabor único de este producto, antes de sumergirse en la pintoresca aldea de Montefioralle, un pequeño y auténtico pueblo medieval con un encanto único.
Fiesole, una ciudad arqueológica a un paso de Florencia
Los amantes de la historia y la arqueología que visitan Florencia no pueden perderse la cercana ciudad de Fiesole, que, a sólo 10 kilómetros de la capital toscana, ofrece la posibilidad de admirar los restos etruscos y romanos de lo que fue un floreciente centro, con sus termas, su anfiteatro y sus poderosas murallas.
Empoli, la ciudad del vidrio durante siglos
No muy lejos de Florencia, Empoli ha sido un importante centro de fabricación de vidrio durante siglos.
Un museo dedicado a este importantísimo arte cuenta la historia de la ciudad, mientras que un paseo por su centro histórico permite apreciar la hermosa Piazza Farinata degli Uberti y el Palazzo Ghibellino.
Castelfiorentino, sus villas y castillos
No muy lejos de Empoli se encuentra Castelfiorentino. Su centro histórico, rodeado de murallas medievales, es uno de los más característicos de la zona.
Entre los lugares de visita obligada están el Castello di Oliveto, que data del siglo XV, y Villa Cambiano, una antigua residencia noble.
Certaldo Alta, lugar de nacimiento de Boccaccio
Aunque Florencia es el hogar de algunas de las mayores figuras literarias de Italia, la cercana ciudad de Certaldo merece una mención por haber visto nacer a uno de los mayores maestros del siglo XIV: Boccaccio.
Su casa es sólo uno de los lugares de interés de este encantador pueblo, una verdadera perla de las colinas florentinas.
La casa museo da Vinci y Leonardo
También Vinci es un pueblo que, no muy lejos de Florencia, no hay que olvidar, sobre todo porque aquí nació Leonardo da Vinci, el artista y genio del Renacimiento.
Hoy su casa se ha convertido en un museo, donde se puede conocer más sobre su vida, sus inventos y los acontecimientos que le convirtieron en una figura fundamental de la historia.
Siena, donde el tiempo se detiene
Si bien Florencia es la capital italiana del Renacimiento, Siena es una de las ciudades medievales más bellas que se pueden visitar en la Toscana.
¿Qué ver en este lugar único, donde el tiempo parece haberse detenido?
Sin duda, la Piazza del Campo, con el Palazzo Comunale y la Torre del Mangia, y la catedral de Santa Maria Assunta, una verdadera obra maestra de la arquitectura gótica italiana.
Descubrir las colinas de Siena: Monteriggioni
Las colinas de Siena ofrecen la posibilidad de descubrir decenas de pueblos únicos, cada uno más bello que el otro, y entre los más famosos se encuentra sin duda Monteriggioni, uno de los lugares más bellos para visitar en la Toscana.
Desde la Edad Media hasta la actualidad, todo ha permanecido como en el pasado, con las poderosas murallas que encierran una verdadera perla, enclavada entre los paisajes del Chianti.
Entre las altas torres de San Gimignano
San Gimignano, con su centro histórico catalogado por la UNESCO, es uno de los pueblos más bellos de la Toscana.
No faltan cosas que ver en esta ciudad de encanto único, empezando por sus innumerables torres y sus encantadoras calles y plazas, que sumergen al visitante en uno de los ejemplos más famosos de una ciudad del siglo XIV en Europa.
Poggibonsi entre iglesias y castillos
Cerca de Siena y San Gimignano, Poggibonsi es una pequeña ciudad capaz de fascinar al visitante no sólo con su antigua arquitectura medieval, sino también con los paisajes que la rodean.
No te pierdas la fortaleza de Poggio Imperiale, la iglesia de San Lorenzo, la colegiata de Santa Maria Assunta y la famosa Fontana delle Fate.
Montalcino, entre vino y colinas encantadoras
Las colinas de Siena y la ciudad de Montalcino dan lugar al Brunello, el vino más famoso (y reconocido) de la Toscana.
Ciertamente, hay muchos lugares que visitar porque, además de las bodegas y la comida y el vino, Montalcino es también un encantador pueblo medieval, protegido por antiguas murallas y dominado por su castillo, el lugar perfecto para apreciar no sólo un vino único, sino paisajes impresionantes.
Sabores y colores del Valle de Orcia: San Quirico
A pocos kilómetros de Montalcino, San Quirico es el destino ideal para quienes quieran apreciar los panoramas de la Val d’Orcia, cuna de excelentes vinos y platos tradicionales que no pueden perderse.
Los amantes del arte y de la historia no deben perder la oportunidad de visitar la hermosa Colegiata de los Santos Quirico y Giuditta.