Disfruta de un fin de semana en Europa
Hemos seleccionado algunos de los mejores destinos europeos para una estancia corta pero intensa.
En 48 a 76 horas, tendrás la oportunidad de tomar el sol o explorar los tesoros culturales e históricos del camino. Pero admitámoslo, no tendrás tiempo de recorrer todos los destinos en un fin de semana, ya que hay muchos lugares y experiencias por descubrir… ¡pero puedes empezar por nuestra selección de lugares imprescindibles!
Barcelona, España
Una estancia en la capital catalana es siempre una buena idea, aunque ya conozcas la ciudad. Podrás disfrutar de una Barcelona más tranquila pero aún soleada. En una estancia corta, céntrate en el Barrio Gótico, con sus hermosas plazas, su imponente catedral y las Ramblas, el paseo más emblemático de Barcelona, que va desde la plaza Catalunya hasta la plaza Colón.
Los coloridos puestos del mercado de la Boquería y los talentosos artistas callejeros contribuyen al encanto de esta avenida. Más al este, la Sagrada Familia, una monumental iglesia inacabada diseñada por Gaudí, le fascinará por su arquitectura. Si quieres ir de compras, visita las tiendas outlet de la calle Girona.
En la orilla del mar, la playa de Nova Icària cuenta con varias instalaciones deportivas y parques infantiles.
Amsterdam, Países Bajos
Menos soleada pero igual de encantadora, Ámsterdam es el destino ideal para un fin de semana cultural. La ciudad es mundialmente famosa por su amplia oferta museística. Entre ellos figuran el Museo Nxt, que ofrece una experiencia inmersiva y sensorial en el arte de los nuevos medios, y el Tropenmuseum, dedicado a diferentes culturas de todo el mundo.
Ámsterdam también se puede explorar en cruceros y paseos en barca a pedales por sus canales. El Bloemenmarkt, un mercado flotante de flores, y el Vondelpark deberían estar incluidos en su itinerario de fin de semana para disfrutar de los encantos de la naturaleza de Ámsterdam.
París, Francia
Siempre hay algo nuevo que descubrir en París. Con más de 2.100 monumentos y más de 200 museos, la Ciudad de la Luz siempre ha maravillado a sus visitantes. ¿Por qué no vuelves y continúa tu visita? Además de la famosa Torre Eiffel, está la basílica del Sacré-Coeur en lo alto de Montmartre y el Panteón en la cima del monte Sainte-Geneviève.
Los Jardines de Luxemburgo, de 25 hectáreas, son ideales para hacer un picnic al sol en un entorno verde. Un crucero por el Sena es una buena forma de disfrutar del ambiente romántico de París, sobre todo si reserva una excursión a última hora del día. ¿Y por qué no pasar un día en Disneylandia con tu familia?
Dublín, Irlanda
Es imposible aburrirse en Dublín. No te pierdas una visita al Trinity College, una prestigiosa universidad que combina edificios georgianos y victorianos. Detente en la Guinness Storehouse, un museo dedicado a la famosa cerveza, cuya 7ª planta ofrece una vista de 360° de Dublín. Si buscas un lugar tranquilo, dirígete a St Stephen’s Green.
Aprovecha para ver las obras de los artistas callejeros. Una visita al Museo Nacional del Duende te dará la oportunidad de aprenderlo todo sobre la extraña criatura que es el duende.
Roma, Italia
No hay nada como un fin de semana de la dolce vita. Comienza con un paseo por el centro para disfrutar de la belleza de las numerosas plazas y fuentes, como la Piazza del Campidoglio y la Fontana de Trevi. Sumérgete en la fascinante historia de la ciudad visitando el monte Palatino, repleto de restos antiguos. En el barrio de Trastevere, tendrás la oportunidad de degustar las especialidades locales servidas en las trattorias y descubrir la autenticidad de la artesanía romana. Sólo te quedará una cosa por hacer: ¡volver para disfrutar del encanto de la capital italiana!
Berlín, Alemania
Berlín es el destino por excelencia para los amantes de la cultura y la historia. Pasea por Alexanderplatz, una zona peatonal rodeada de edificios como el Park Inn, con más de 1.000 habitaciones, la Berolinahaus y el Palacio de Congresos.
El Palacio de Charlottenburg, antigua residencia imperial y real de verano, y el famoso Muro de Berlín también merecen una visita durante su estancia. En los días soleados, dese un chapuzón en el Badeschiff, una piscina flotante en el río Spree. Para respirar aire fresco en medio de la ciudad, no se pierda el jardín Tiergarten, de ambiente relajante.